En invierno, el que un árbol sea caduco o perenne es el resultado de la adaptación al medio y a sus condiciones climáticas. Los arboles perennes necesitan sus hojas para protegerse del frío, al contrario de los de hoja caduca, estos dejan de absorber los nutrientes del suelo, entran en un reposo invernal y dejan caer sus hojas. Permanecen desnudos.
Cuando llega la nieve, los acuíferos se alimentan , los nutrientes de las hojas secas los absorbe la tierra, esta parece aletargada esperando el buen tiempo